El reconocido actor repasa su etapa como rugbier y analiza la actualidad de San Martín, el club de sus amores.
Alegría, sufrimiento, amor y
dolor son los sentimientos y las sensaciones que le provoca el Club San Martín
al Puma Goyti. Porque es feliz de
pertenecer a dicha institución, porque sufre –y mucho- cuando pierde el equipo,
porque le duele que no pueda crecer como se lo merece y porque, por sobre todo,
ama a su club. “Cuando entré por primera vez me enamoré perdidamente, me pasó
lo mismo que con mi mujer, a diferencia que me enamoré de varias (risas). Ahí
pasé los mejores momentos de mi vida”, confiesa el reconocido actor y ex
rugbier nacido el 23 de octubre de 1959.
-¿Cuándo y cómo nació esta
pasión?
-“Empecé a los 11 años por unos
tíos que jugaron en San Martín y fueron fundadores del Club Beromama. Ellos nos
regalaron a mí y a mis hermanos las primeras camisetas. Al mismo tiempo, en
aquel momento, muchos chicos de Palomar, mi barrio, iban al club. Fui por
primera vez en 1966 a ver un partido contra Pucará”.
-¿Cómo fueron tus pasos como
jugador?
-“Hice divisiones juveniles y
llegué a integrar el plantel superior, jugando casi siempre en Intermedia. Siempre
me gustó jugar de tercera línea, pero era segunda porque en esos puestos había
muchos chicos buenos como Mudo Arenas, Chino Ezeiza, Polaco Hosselet, Campi,
entre otros”.
ACTUALIDAD TRICOLOR
Un simple comentario sirve para
corroborar que el Puma está al tanto
del presente del equipo. “Uh, la del Cuervo,
gran jugador”, acota al momento de ponerse la camiseta número 2 para la
producción fotográfica, haciendo referencia al primera línea Santiago Lamanna.
“Sinceramente cuando voy al club
sufro mucho, soy muy crítico porque amo perdidamente estos colores”, confiesa.
Enseguida, muy metido y pensante en el tema, enfatiza que “San Martín es un
grande que no ejerce”, y recalca que existen otros clubes que supieron ser
chicos y con el tiempo crecieron. “Nosotros parece que nos animamos a ser el
club de rugby que tenemos que ser, por historia, por jugadores y por lugar
geográfico”, señala.
Continuando con el análisis,
Goyti manifiesta que debe trabajarse seriamente en divisiones juveniles e
instalar la idea que se acerquen chicos de todos lados, no solo de Villa Devoto,
también de Caseros, Ramos Mejía y Barrio Norte, para abrir el espectro y pensar qué es lo mejor
para la institución.
SENTIDO DE PERTENENCIA
Sin meter ni una pausa, el
comediante relaciona la actualidad del equipo con el sentido de pertenencia por
el club: “Hay que inculcar el amor por la camiseta desde chicos. Tiene que ser
tu espacio, que signifique mucho más que un lugar de esparcimiento. Tiene que
ser tu pequeña patria, no un lugar de paso. Yo siempre critico eso de jugar con
amigos, acá hay que jugar con hermanos”. Y agrega: “Prefiero 12 jugadores
fanáticos que 100 que le de lo mismo jugar o no jugar. Un equipo se ve en el
ingoal, cuando le hacen un try. Que te hagan un try es como que le toquen el
culo a tu novia o a tu vieja”.
EL FÚTBOL Y LA ACTUACIÓN
Está claro que el rugby es el
deporte que lo apasiona, aunque el fútbol también tiene lugar en la vida de
Gabriel Goyti. Admite ser hincha de Boca, pero confiesa su amor por Huracán,
equipo al cual le tomó cariño por unos amigos. Se autodefine como bostero
nativo y quemero por adopción.
Si de pasiones se trata, él mismo
se encarga de explicar cómo empezó a actuar: “Desde chico me gustó, siempre fue
una intuición. Después de la Secundaria probé muchas carreras (Derecho,
Agronomía, Medicina, Escuela Náutica), pero mi tendencia me hizo animar y
empecé en 1981 en el Conservatorio Escuela Nacional de Artes Dramático, y no
paré”. Actualmente se encuentra grabando una tira de Pol Ka en la cual
protagonizará a un entrenador de boxeo.
Así es el Puma Goyti, una persona sencilla, que ama su profesión y disfruta el
deporte que jugó de chico y hoy sigue desde afuera. “Permanentemente pongo la
filosofía del rugby en el teatro: trabajar en equipo, ir para adelante y cuando
las cosas no van bien apretar los dientes. Yo llegué a un club que era muy
grande y que quedó desbastado cuando se formó San Cirano, y eso me hizo
aprender a sufrir y esforzarme más. Cuando entré al club y al Conservatorio me
pasó lo mismo, dije -de acá no me voy más-. El rugby y el teatro son mi vida.
Cuando hagan mi ADN van a encontrar eso”, relata.
Y como no podía ser de otra
manera, la nota termina con un chiste y sus correspondientes risas: “Como diría
Serafín Dengra, como rugbier soy un gran actor, y yo agrego que como actor soy
un gran jugador”.
FANATICO DE LOS PUMAS
Fanático del rugby, el Puma Goyti disfruta de ver al equipo
nacional argentino, pero confiesa que no se desespera. “Cuando juegan Los Pumas
no me paralizo, pero con el Trico sí. Como decía Fontanarosa, la selección es
como una tía, que querés mucho, pero el
club, es como tu vieja”.
En referencia a la participación
en el Rugby Championship, opina que “jugar con los mejores es la única manera
de crecer. Es muy positivo”.
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